En defensa de lo evidente

En defensa de lo evidente

Sucede que recriminamos, con demasiada frecuencia, el declive de la cortesía entre los jóvenes. No estoy de acuerdo con este reproche. Hay multitud de jóvenes que destacan por sus modales y por su saber estar. ¿No será, más bien, que vivimos en un estrés poco propicio a la cordialidad? Cuenta Gustave Thibon, filósofo francés cuya abundante obra sigue publicándose en todo el mundo, que alguien le reprochó, en cierta ocasión, que esa cortesía suya era pura hipocresía: "¿Se atreve a decir que es sincero cuando sonríe a un desconocido en el tren, cuya cara no le gusta, o cuando escucha pacientemente la charla aburrida de un viejo impertinente?".

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